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Trampas biológicas


A finales de verano, los escasos puntos de agua distribuidos por las sierras y campiñas de Córdoba, se convierten para la fauna silvestre en un recurso vital para su supervivencia, en particular en años tan escasos de lluvias, como ha sido éste. La dependencia de la fauna silvestre de los puntos de agua en el periodo carencial más acentuado del monte mediterráneo (estío), es conocido por los cazadores y furtivos, circunstancia aprovechada por éstos, provocando numerosas bajas sobre la fauna cinegética y protegida.

Ecologistas en Acción ha solicitado al Delegado Provincial de la Consejería de Medio Ambiente en Córdoba, Luis Rey, la adopción de medidas de vigilancia y control sobre los escasos puntos de aguas diseminados por el medio natural (campiña y sierra). El estado carencial de alimento y de agua es manifiesto. En un año donde se mantienen los parámetros climatológicos dentro de lo previsible, teniendo en cuanta las características del clima mediterráneo, el periodo más crítico suele ser el verano, en particular los meses de agosto y septiembre, pudiéndose prolongar, si las ansiadas lluvias otoñales se demoran.

El año catastrófico, desde el punto de vista de las escasas precipitaciones, ha colaborado en agudizar la situación. La mayoría de los cursos de agua están sencillamente, secos. Y el reducido número de charcones, pequeños embalses, manantiales, lagunas, etc., se han visto también mermados considerablemente, de tal manera que en el crepúsculo, son numerosos los animales que de distintas especies se concentran en lugares que aún mantengan una mínima cantidad de agua y humedad, para comer el escaso pastizal que aún mantienen un valor nutritivo mínimo, ingerir agua, refrescarse e incluso desparasitarse (baños de barro).

Este hecho es conocido por cazadores y furtivos, circunstancia que aprovechan para abatir especies cinegéticas de caza mayor, especialmente, el jabalí. Para ello, se hace uso de una de las modalidades más polémicas y peligrosas de cuantos modos de practicar la caza mayor se autorizan en Andalucía, el aguardo nocturno.

El aguardo nocturno (espera nocturna) consiste en esperar, camuflados y en silencio, a los animales en los lugares de paso o en los mismos comederos, encames y puntos de agua, ya sean naturales o artificiales.

 

 

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